¿Cuándo cambiar los neumáticos del coche?

Es muy importante tener claro cuándo cambiar los neumáticos de nuestro vehículo.

Es el elemento que está en contacto con el suelo y son de vital importancia para nuestra seguridad y para disfrutar de una conducción eficiente y sin sobresaltos.

Por tanto, tenemos que ser especialmente cuidadosos y minuciosos a la hora de revisar el estado de nuestras ruedas. Por ello, recomendamos revisarlas habitualmente, tanto su dibujo, como su presión.



Es importante que nos fijemos si el desgaste es irregular y si el dibujo tiene la profundidad adecuada. Si detectamos anomalías, debemos reemplazarlos inmediatamente. Por suerte, los talleres y las grandes cadenas de automoción ofrecen planes de financiación y facilidades de pago, por lo que la situación económica puntual no debe ser excusa para invertir en nuestra seguridad.

¿Cómo comprobar su estado?

La profundidad óptima del dibujo debe estar entre 8 y 8,5 mm. Si tiene menos de 2 mm deben cambiarse cuanto antes, ya que el límite legal es de 1,6 mm y quedarnos por debajo de él puede acarrear multas.

Una sencilla manera para comprobar el estado del desgaste de las gomas es introducir una moneda de un euro en alguno de los dibujos del neumático. Si el reborde dorado queda tapado, significa que su estado es óptimo. Por tanto, si vamos viendo más parte dorada de la moneda, eso significa que el neumático está desgastado, así que tendremos que reemplazarlo. Para asegurarnos, es mejor repetir este proceso en 3 o 4 zonas del neumático.



¿Existe un periodo recomendable para realizar el cambio?

No hay una medida temporal exacta que podamos dar como válida, ya que depende de multitud de factores, como los componentes de las gomas, el tipo de asfalto, estilo de conducción, temperaturas, etc.

No obstante, como normal general, es necesario revisarlos a los 5 años de vida y no es conveniente mantenerlos si fueron instalados hace 10 años.

También es importante que los reemplacemos en caso de incidencias del tipo de pinchazos, bultos extraños, asperezas o desgastes irregulares.

Por último, recuerda que deben cambiarse a la par: las dos delanteras y las dos traseras. De lo contrario, podríamos incurrir en faltas que nos puedan llevar incluso a no pasar la ITV.

Comentarios